Holis, cómo estás. Qué semanita, ¿nosierto? Igual, si es cuestión de confesar, no sé preparar café y casi que no consumí medios inconscientemente. Fui hacia ellos y no a la inversa, como hablamos el viernes pasado. ¿Cómo me sentí con eso que intento hacer hábito? Tranquilo, y eso que estamos en un momento bisagra de nuestra historia, así que no es poco... Es más, ahora que lo escribo, creo que es un montón.
Claramente (?) las redes sociales son un micromundo de ansiedad que rota más rápido que el (micro)mundo terrenal. El martes, mientras Twitter Argentina discutía sobre el fiscal Luciani y Cristina, me concentré en militar en la oficina Los Ladrones -documental que está en Netflix sobre el robo al Banco Río de Acassuso ¡contado por los propios ladrones!-, en la organización de mi cumple (es el jueves que viene, el 1 de septiembre) y en no abrir WhatsApp para comentar con amigues el minuto a minuto de la defensa de la Vicepresidenta. También en laburar, claro.
Cuando volvía a mi casa me di cuenta de que se estaba escribiendo, como dije más arriba, un capítulo importantísimo de nuestra historia y decidí consumirlo de otra manera, con la atención -y también desatención- que amerita. ¿Por qué desatención? Porque ni habría que estar discutiendo sobre esta causa. O en realidad sí, pero jerarquizando la persecución política contra Cristina. Te aclaro que no soy kirchnerista y me deprime aclararlo porque mirá al punto que llegamos: la democracia está en juego y tengo que aclarar de antemano que no soy de A o de B para que nos prestemos atención.
Lauti, ¿no estás exagerando? La vida es una exageración, pero también una sucesión de hechos (a.k.a. historia). Y si miramos acá cerquita, en Brasil por ejemplo, esta sucesión de hechos ya la vimos (encima hace poco). La película se llama lawfare. ¿De qué trata? #TeLoResumoAsíNomás: armar una causa sin pruebas para encarcelar y/o proscribir a une polítique. En todas las secuelas que tuvo la peli, les perseguides siempre fueron del mismo palo: más Patria Grande que #laderecha. ¿Casualidad? Kcyo, soy periodista y no puedo opinar, peeeeeeeeero, pero, pero: no.
El lawfare es el nuevo instrumento que tienen les que están en contra de la democracia para manipular principalmente el escenario político. Antes acudían a los militares, hoy a esta actualización más aggiornada/acorde a estos tiempos 2.0. Lo que no se consigue con votos de #lagente o en el Congreso se puede conseguir de otra manera: vía Poder Judicial + industria mediática. Es nuevo, y como todo lo nuevo, no sabemos muy bien hasta dónde llega… Particularmente en este caso sí, porque ya fue utilizado en Brasil y terminó con Lula preso. Aprovecho nueeevamente para recomendarte Al filo de la democracia, que, al igual que Los Ladrones, está en Netflix. Ya te dejé 2 (dos) recomendaciones para este finde de, ojalá, Santa Rosa. Digo ojalá así me deja el finde que viene despejado… Ya me arruinó varios cumpleaños esa tormenta.
Como dijo Iván en su último #OffTheRecord, abunda el paralelismo con Brasil, pero hay una diferencia: ‘‘El modelo (de ausencia de requisitos de mayorías legislativas calificadas para confirmar a les jueces) es el contrario al argentino, donde es muy difícil decir mucho sobre la orientación ideológica de la mayor parte de los jueces y fiscales. En cambio, es fácil señalar que varios de ellos y de diversas instancias practicaban deportes junto al expresidente Mauricio Macri como ejemplo flagrante de inexistencia de independencia. La diferencia de tratamiento en la mayoría de los medios de comunicación entre esos ejercicios lúdicos y la visita imaginaria de Sebastián Casanello a la Quinta de Olivos -donde dos personas terminaron condenadas por falso testimonio en una operación de inteligencia que incluyó a algunos periodistas- habla por sí misma’’.
Siguiendo con el news de mi exjefe, podría resumir toda esta edición con su segundo párrafo: ‘‘La situación es interesante. Ignacio Mahiques, el fiscal que instruyó, lo hizo con la figura de defraudación al Estado. Fue Julián Ercolini quien modificó y elevó a juicio con asociación ilícita. En este artículo tiene que haber tres o más personas coordinadas de forma tal cuyo objetivo sea cometer delitos: eso es lo que la fiscalía no puede probar. No encuentra a Cristina dando órdenes hacia abajo o hacia los costados, además que la VP no tenía cargo en el Poder Ejecutivo Nacional. Quien lo puso en palabras fue Miguel Ángel Pichetto en un reportaje con Jonatan Viale y Pablo Rossi en el canal de noticias LN+: ‘No veo todavía elementos contundentes que puedan cerrar la figura. No es concebible pensar que el Gobierno se constituye para delinquir. Que el Gobierno sea una organización delictiva desde el primer día me parece un poco mucho’’’.
Desde Pichetto hasta Myriam Bregman se manifestaron en contra de esta persecución. De un extremo al otro. De A a B, o como quieras llamarlo. Hablando de Myriam, la política y abogada explicó en una entrevista el problema de la figura de asociación ilícita: ‘‘Son figuras armadas para detener a una persona o incriminarlos en un delito cuando no se tiene las pruebas correctas’’.
Las pruebas no son correctas. No en esta causa. No hay que ser kirchnerista para pedir que sean probadas. Elevemos la vara del debate público. Es difícil porque estamos para atrás económicamente y hace años venimos escuchando desde los medios hegemónicos el discurso de ‘‘Se afanaron todo’’. Estamos cansades y con la guardia baja es más fácil desinformar. Mirá si nos voy culpar… Ya nos taladraron tanto que hasta pensamos que López revoleó los bolsos, pero en realidad no, los pasó por una puerta.
Sí, lo grave son los bolsos, lo sé, pero a lo que voy es que tenemos incorporado el bombardeo de noticias. Por eso este newsletter: intentar darte herramientas para interpretarlas, saber de dónde vienen y entender que, como la Justicia, no son independientes.
Como te conté en otra ocasión, la jerarquización es fundamental en el periodismo y hoy el ¿Qué anduvo pasando? fue exclusivamente sobre la persecución a Cristina. Fue, es y será la noticia que más repercutirá en nuestra diaria porque no hay nada más importante que la democracia. Ni Messi campeón en Qatar. Nada. Con la democracia se come, se cura y se educa.
Que termine citando a Alfonsín no me hace albertista ni radical, por favor. Estamos para más.
Los medios andan diciendo ft. La nube
Los medios hicieron la famosa ‘‘Kadena Nacional’’: habló Cristina y todos la cubrieron. El tema es que, por el lawfare, no le permitieron ampliar su indagatoria. Unos años atrás tendría que haber recurrido a un medio para defenderse, pero hoy no hizo falta: YouTube y a otra cosa. Por eso esta sección es con ft., por el poder de las plataformas. El lawfare parece no haber llegado hasta ahí… Veremos cómo se perfecciona. Difícil predecirlo.
Otro aspecto interesante es que Cristina compartió todo lo que dijo y mostró. ¿Querés ver los chats? Tuki, Google Drive. El almacenamiento 2.0 por excelencia al servicio de #lagente. En otro momento de la historia, algún programa político hubiese presentado con bombos y platillos los chats entre Caputo y José López. Hoy no hace falta. ¿Por qué? Porque los medios tradicionales ya no tienen el monopolio de la información.
Una última: no sólo los canales pasaban en vivo el descargo, sino también el portal hispanohablante más leído del mundo. De abajo para arriba y de arriba para abajo, da igual: Cristina en todas las pantallas.
Bueno, hasta acá la semana. El lunes seguramente esté prendiendo stream en Twitch para probar una #cosita. Te lo recuerdo el finde por Twitter o Instagram.
Te deseo el mejor de los findes. Ojalá esté lleno de lo que querés.
Salu2 y nos leemos el próximo viernes. O no, viste cómo es esto…